PROPAGANDA GUERRERA
Hasta con los niños, Calderón hace propaganda a su fallida "Guerra antinarco".
En una ceremonia del "Día del Niño" este "guerrero sin victoria" soltó a los festejados su infantil "rollo": "Estamos combatiendo a los malos". ¡Huy que mello! Dijera Carlos Espejel cuando era Carlitos.
Ya en serio, Felipe de Jesús quiere que no se reclame a él por la situación actual en nuestro "México lindo y podrido", como si no fuera el responsable de ello debido a sus bravuconadas y falta de imaginación para combatir (no guerrear) contra el crimen organizado. Este señor no tiene ni la menor idea de lo que es una guerra y menos aún una verdadera, ya que incluso en ésta, hay ciertas normas a seguir y, lo que está haciendo carece por completo de orden y de la más mínima estrategia. Este es uno más de los inconvenientes de tener al frente del país a un individuo que no ganó las elecciones y que en un afán de legitimar su presencia en Los Pinos, se acordó del barrio y pensó que a base de bravuconadas y aspavientos lograría algo que sólo se logrará cuando cambie la manera grosera de hacer política a la mexicana, es decir, cuando los individuos como él no logran penetrar a los salones del mandato en nuestro país.
Cuando se destine a la Educación un mayor porcentaje del Presupuesto, cuando todos los jóvenes en México tengan acceso a la Universidad, cuando los vividores del sistema (diputados, senadores y ministros de la "Suprema Corta" dejen de cobrar esos sueldos millonarios y desequilibrados, cuando se deje de mantener a los expresiodentes con pensiones absurdas y gastos dañinos a la Nación, entonces se podrá invertir en la preparación de los mexicanos para lograr una mayor conciencia de ciudadanos y un mayor compromiso con la sociedad tan desorientada en cuanto al proceder de sus integrantes, quienes piensan que la política es sólo un medio de lograr dinero e impunidad.
Las armas son el recurso de los impotentes y, en ese papel ha caído Fecal debido a su ignorancia y dependencia de los grupos económicamente poderosos, mismos que le ayudaron a llegar al poder por convenirles así.
En una ceremonia del "Día del Niño" este "guerrero sin victoria" soltó a los festejados su infantil "rollo": "Estamos combatiendo a los malos". ¡Huy que mello! Dijera Carlos Espejel cuando era Carlitos.
Ya en serio, Felipe de Jesús quiere que no se reclame a él por la situación actual en nuestro "México lindo y podrido", como si no fuera el responsable de ello debido a sus bravuconadas y falta de imaginación para combatir (no guerrear) contra el crimen organizado. Este señor no tiene ni la menor idea de lo que es una guerra y menos aún una verdadera, ya que incluso en ésta, hay ciertas normas a seguir y, lo que está haciendo carece por completo de orden y de la más mínima estrategia. Este es uno más de los inconvenientes de tener al frente del país a un individuo que no ganó las elecciones y que en un afán de legitimar su presencia en Los Pinos, se acordó del barrio y pensó que a base de bravuconadas y aspavientos lograría algo que sólo se logrará cuando cambie la manera grosera de hacer política a la mexicana, es decir, cuando los individuos como él no logran penetrar a los salones del mandato en nuestro país.
Cuando se destine a la Educación un mayor porcentaje del Presupuesto, cuando todos los jóvenes en México tengan acceso a la Universidad, cuando los vividores del sistema (diputados, senadores y ministros de la "Suprema Corta" dejen de cobrar esos sueldos millonarios y desequilibrados, cuando se deje de mantener a los expresiodentes con pensiones absurdas y gastos dañinos a la Nación, entonces se podrá invertir en la preparación de los mexicanos para lograr una mayor conciencia de ciudadanos y un mayor compromiso con la sociedad tan desorientada en cuanto al proceder de sus integrantes, quienes piensan que la política es sólo un medio de lograr dinero e impunidad.
Las armas son el recurso de los impotentes y, en ese papel ha caído Fecal debido a su ignorancia y dependencia de los grupos económicamente poderosos, mismos que le ayudaron a llegar al poder por convenirles así.