Monday, November 22, 2010

EL BUNKER

Cuando las mentes calenturientas llegan a tal grado degenerativo, se manifiestan en actitudes francamente absurdas. El Bunker mencionado hace unos días por Felipe Calderón Hinojosa, es una prueba de ello. Con esa simpleza entre inocente y tonta tan usada por él, dijo haberse inspirado en una serie televisiva (tal vez en Los Picapiedra o en Los Simpsons).
Sería risible si no fuera preocupante que el responsable de la supuesta dirección de un país, maneje ese tipo de lenguaje irresponsable y primario. Desgraciadamente, aunado al lenguaje, está el proceder ñoño de este político derechista que parece surgido de una novela de Kafka, en la cual se invierten más de 30 mil caídos, en el desarrollo de una pretendida lucha a muerte (ellos ponen la lucha y nosotros los muertos) contra el crimen organizado, mismo que demuestra una organización que ya quisieran nuestros honorables "guardianes del orden" y los milicos (del desorden).
Desafortunadamente aún falta un tramo por recorrer de este "gobierno del empleo" que ya no pudo lograrlo ni allende las fronteras, como lo llegó a intentar con los miles de migrantes que cada año deciden buscar un lugar con menos demagogia y propaganda televisiva gubernamental y con mejores resultados en cuanto a empleo medianamente remunerado y, en este último tramo, el orgullo de este inefable personaje, no creo que acepte su equivocación e intente un nuevo rumbo a su responsabilidad gobernante.
Así, este señor al que le gusta disfrazarse de militar y jugar en su Bunker, lo imagino con un casco puesto, terminará, si esto es posible, su gobierno, mismo que aunque se resista a reconocer como fallido, las condiciones lo contradicen, con un número aún mayor de muertos y gente enojada por haber depositado su confianza en una persona que no pudo, desgraciadamente, conducir por un buen camino al país que votó ¿mayoritariemente? por él.

Angel Ramos noviembre de 2010

Friday, November 12, 2010

De la A, a la Z

Recuerdo que, cuando éramos niños,Adrián y yo fuimos a la misma escuela primaria. Jugábamos durante el recreo y, en la tarde, como también éramos vecinos, nos reuníamos a jugar después de hacer la tarea. Los domingos íbamos a la "matinée", función matutina en el Cine Reforma y veíamos capítulos del Zorro, aquel espadachín enmascarado, justiciero y vengador que, despuès de derrotar a sus enemigos, les trazaba en la frente con la punta de su espada, la Z inicial de su nombre. Recuerdo que a él le llamaba mucho la atención el Zorro y admiraba sus hazañas. En el pizarrón de nuestra aula se veía casi siempre la letra Z aunque sea pequeña, en alguna esquina. En las calles que recorríamos para regresar a nuestros domicilios también se notaba la Z en las paredes, pintada con pedacitos de gis que Adrián sustraía del salón de clases.
Iniciamos juntos la secundaria, pero antes de terminar el primer año, él dejó de asistir, cuando le pregunté por qué, me dijo que tenía que ayudar a su papá en el negocio de venta de pan que tenía, pero sólo sería una temporada ya que el año próximo se inscribiría nuevamente en la escuela.
Por razones familiares, a partir del segundo año, la secundaria la realicé en la ciudad de México, donde nos fuimos a vivir. Al principio nos carteábamos y era divertido contarnos como nos iba a cada uno. Según me dijo Adrián, ya no se inscribió en la escuela y siguió trabajando con su padre.
Como a los catorce años nos dejamos de comunicar, pues noté que a él ya no le interesaban nuestras confidencias y tras un espaciamiento cada vez mayor sus cartas, con la Z como firma dejaron de circular.
Cuando terminé la secundaria, fui con mis padres a nuestra tierra y traté de encontrar a mi amigo, pero me platicó su mamá que, al morir el padre de Adrián, él se había ido a trabajar al Estado de Tamaulipas, con unos parientes lejanos.
No volví a saber de mi amigo, admirador del Zorro y difusor de la Z emblemática, inicial de su nombre.
Años después terminé mi licenciatura en criminalística y, recientemente, en una oficina de la policía federal, mientras esperaba a un colega, me puse a ver una cantidad de fotografías de maleantes muertos durante un tiroteo en Tamaulipas. En una de ellas encontré a mi amigo, muerto a balazos por agentes federales. Su fotografía tenía escrito en un ángulo: "Adrián López Mendoza (a) Zeta 49" y escrita con tinta roja, a todo lo ancho, una Z que no era la del Zorro que tantas veces pintó mi amigo en tantas paredes.

Angel Ramos noviembre de 2010

Monday, November 01, 2010

CALAVERA PARA MÉXICO

¡Murió México señores!
Ya lo llevan a enterrar,
el que decía gobernar
y otros, los "legisladores",
este grupo de traidores,
que del erario vivía
acabárselo quería
en este pinche sexenio
mas la muerte, como premio,
se los llevará este día.

A.R. noviembre de 2010

CALAVERAS CALDERÓNICAS

30 mil muertos tenemos
por una guerra demente
que un ídem que es presidente
desató, bien lo sabemos,
Olvidarlo no queremos
y decimos a la flaca:
¡Ay! Recanija calaca
al que te habías de llevar
es al que, sin gobernar,
tanto ha metido la pata.

A.R. noviembre de 2010

CALACA TUITERA

A Twitter entró la muerte
para llevarse unos cuantos
pero enontró tantos, tantos,
que no se sintió tan fuerte.
Exclamó: ¡Perra es mi suerte!
¡Acá está lleno de locos!
No hay ni siquiera unos pocos
que estén en su sano juicio,
de cotorrear tienen vicio
y están fundidos sus focos.

A.R. noviembre de 2010